Si has llegado aquí es porque meditas, has meditado o te estas planteando comenzar con el hábito de la meditación, como sea te felicitamos por ello.

Y es que cada vez son más personas en el mundo que han encontrado en esta práctica la solución a muchos de sus dolores tanto físicos como mentales. Su rápida aceptación se debe no solo a los numerosos estudios científicos evidenciando las bondades de la meditación, también a lo fácil que resulta hacerlo, la verdad es que cualquier persona puede meditar, lo único que necesita es desear hacerlo.

PASOS PARA APRENDER A MEDITAR DESDE CERO

La clave para desarrollar el hábito de la meditación es encontrar el momento perfecto para ti y el tipo de meditación y la postura que encaja contigo. Al principio puedes experimentar con los distintos tipos de meditación y la postura correcta para encontrar la comodidad necesaria y el estado mental idóneo para llevar esta práctica a cabo.

  1. Ponte ropa cómoda

En el estado meditativo vas a notar que todos tus sentidos se mostraran en su máxima expresión, por eso no te debe sorprender que comiences a sentir mas de lo normal, los sonidos, los olores, las vibraciones y si, también la ropa apretada, es por esto que debes elegir ropa cómoda, preferible amplia y quítate los accesorios que te puedan molestar después de un rato, relojes, anillos, aretes y obviamente los zapatos.

  1. Busca un sitio tranquilo

Cualquier lugar es bueno para comenzar a meditar si te permite estar cómodo, relajado y sin interrupciones, puede ser tu cuarto, un rinconcito de tu casa, en tu jardín, lo importante es que no tengas interferencias. Mas adelante podrás crear tu propio lugar sagrado o tu altar de meditación.

  1. Siéntate correctamente

Como ya te habíamos dicho para comenzar a meditar no necesitas nada, solo la voluntad de hacerlo, así que una vez encuentres ese lugar debes tomar la postura que te parezca más cómoda, puede ser sentado en el piso, en una silla,  apoyado a una pared o incluso acostado (aunque esta postura no es muy recomendable si no te quieres quedar dormido).

La postura que te recomendamos es sentarse ojala no directamente sobre el piso, buscar un cojín preferiblemente duro, si no tienes puede ser sobre un bloque de yoga envuelto en una manta o puedes también doblar varias mantas, lo que debes procurar es que tu cadera quede levantada del piso, tirar tus rodillas hacia delante de manera que tal que tu columna quede recta y sin tensiones.

Los hombros y brazos deben estar relajados y tus manos puedes ponerla sobre las rodillas o a los lados con las palmas hacia arriba o hacia abajo como mejor te sientas.

  1. Concéntrate en un Objeto o en tu Respiración

Ahora que has elegido la postura es hora de cerrar los ojos (aunque también puedes hacerlo con los ojos abiertos), como sea debes centrarte ya sea en un objeto que visualices en tu mente o que tengas cerca, también puedes centrarte en tu respiración, sentir como entra el aire por tu nariz y como infla y desinfla tus pulmones.

Cuando comiences a tener más práctica, podrás realizar otros de los muchos tipos de meditación que existen.

  1. Acepta los pensamientos que llegan a tu mente y sigue adelante

Seguramente vas a notar que durante la práctica de la meditación van a surgir diferentes pensamientos que nada tienen que ver con el tu practica meditativa, problemas personales, incomodidades del momento, inseguridad de si lo estás haciendo bien, es algo muy normal, por lo tanto no debes reprocharte, debes aceptar esos pensamientos y continuar.

La meditación se centra en la idea de que el bienestar psicológico es un estado que emerge de la aceptación de los pensamientos, emociones y sensaciones corporales sin intentar eliminarlos ni modificarlos, simplemente hay que observarlos de manera no enjuiciadora. Por lo tanto, cuando aparezcan estos pensamientos, simplemente hay que aceptarlos y después volver a centrar la atención en el objeto, la respiración, el sonido o la sensación corporal.

  1. Aumenta tu tiempo de meditación de forma progresiva

Cuando te inicias en la meditación, debes empezar poco a poco para luego ir aumentando el tiempo. Es ideal comenzar con la meditación de un minuto (aunque te parezca poco), para progresivamente llegar a los 20 o 30 minutos diarios que te ayudarán a mejorar tu bienestar.

  1. Conviértelo en tu nuevo habito

Ahora que ya has realizado tu primera meditación, debes buscar la forma de incluirla en tu rutina diaria, es decir convertirla en tu nuevo hábito. Con la práctica te convertirás en un gran meditador, lo que te ayudará a lograr los beneficios de esta milenaria práctica. 

  1. Busca personas que también quieran iniciarse en la meditación

Pocas cosas son más efectivas que buscar "aliados" para tu rutina diaria. Ya sea para practicar meditación juntos o bien para estar al tanto de los progresos de ambos o para compartir rutinas interesantes, tener un apoyo hará que tu adherencia a la meditación sea más alta. No pierdas de vista que la práctica de la relajación y la meditación debe ser un momento placentero, y compartirlo con alguien más aumentará esta sensación positiva.

 

 

 

Comentarios

Myriam dijo:

Excelentes sugerencias e indicaciones. Gracias, gracias, gracias.

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